Política Industrial

POLÍTICA INDUSTRIAL

Uno de los errores más graves cometidos en la Península Ibérica, sobre todo a partir de los años ochenta del pasado siglo, ha sido la pérdida de gran parte de su sector industrial. En los últimos años, el peso de la industria ha descendido del 17% al 13% del PIB.

El gran protagonismo que nuestro sector industrial alcanzó a finales de la década de los años setenta del pasado siglo, se ha visto mermado por la racionalización y la deslocalización de empresas.

El resultado es la disminución de los puestos de trabajo y la dependencia industrial de otros países, que, al mismo tiempo, nos aleja de las innovaciones tecnológicas más actuales.

Fue una justificación para los dirigentes españoles y portugueses de la época achacar el cierre de empresas a la oferta más competitiva de las cadenas de producción industrial de algunos países emergentes.

Portugal y España se encuentran en un estado de desindustrialización tan asumido y profundo que a ningún gobierno se le ocurre plantearse una reindustrialización innovadora, se da por irrecuperable el sector.

No sólo los costes laborales, mucho menores, o facilidades medioambientales, han favorecido la industrialización en los países emergentes, la decidida inversión en I+D+i, compañera inseparable del proceso, ha permitido el mantenimiento de los proyectos iniciales y provocado un encadenamiento de innovación que se retroalimenta continuamente.

En España y Portugal, las dotaciones de capital público y privado destinado a la investigación y desarrollo industrial no resisten la comparación con Alemania, Reino Unido, Francia, etc.

El plan de medidas que dio a conocer el presidente del Gobierno en junio de 2014 para favorecer el crecimiento, la competitividad y la experiencia, que intenta un crecimiento del sector industrial para conseguir un aumento del PIB y crear 370.000 empleos, dotado con 1.750 millones de euros, no es suficiente.

El CDTI, instrumento con el que el gobierno pretende adaptarse a las tecnologías del futuro, no parece estar dotado con los medios necesarios. El plan alemán Manufactura 4.0 ya comenzó el año 2.012 con una dotación de 500 millones de euros que ya ha superado ampliamente.

PROPUESTAS

  • Crear un Ministerio Ibérico de Industria.
  • Intensificar la inversión pública en el sector industrial.
  • Elevar el valor añadido de las industrias de Portugal y de España del 13% del PIB al 20% en cuatro años (a estos efectos, ya existen los programas Interreg­sudoer­España/Portugal; el próximo Plan se publicará el próximo día 30 de septiembre de 2015).
  • Crear más oportunidades para emprender y facilitar los trámites.
  • Apoyar proyectos industriales competitivos, especialmente en tecnologías de la información y la comunicación o biotecnología.
  • Apoyar proyectos interconectados “FÁBRICAS 4.0” que logren Cadenas de Valor Avanzado y nos permita crear empleos estables los próximos 25 años.
  • Apoyo decidido a la nanotecnología y la robótica incrementando el apoyo al Laboratorio Ibérico de Nanotecnología.
  • Participación pública en empresas relacionadas con la seguridad, las energías, la ecología, las actividades marinas y agrícolas y, en general aquellas que afecten a nuestra supervivencia como espacio Ibérico.
  • Fomento del cooperativismo como manera de frenar el poder de las grandes corporaciones industriales.
  • Dedicar el 3’5 % de la riqueza nacional ibérica a la creatividad industrial, a la formación y proyectos de innovación y desarrollo en ese sector en los próximos años.
  • Limitar los Bonus de los ejecutivos en el sector industrial para lograr un mejor ambiente y motivación de los trabajadores con menores salarios, lo que contribuirá a crear nuevos espacios de solidaridad e igualdad en las empresas, a una mejor aceptación de los liderazgos, y a una mayor igualdad con las retribuciones del sector primario.
  • Lucha contra la obsolescencia programada.

FÁBRICAS 4.0

Son tecnologías de vanguardia, la fabricación con impresoras 3D es una buena ocasión para que la Península Ibérica se coloque en un buen nivel tecnológico. Esta nueva forma de fabricar provocará inevitablemente despidos, pero creará oportunidades para técnicos mejor preparados.

EE.UU está creando con esta técnica industrias cada vez más automatizadas en todas las áreas importantes del País. En sólo cuatro años, en Europa han comenzado varios centenares de proyectos con tecnología 4.0.

PROPUESTA

  • Dedicar una parte del 3,5 % de la riqueza nacional a la industria a Fábricas 4.0.