SANIDAD
La salud es, o debiera ser, uno de los elementos más preocupantes en el intento del ser humano por sobrevivir.
En la salud intervienen factores genéticos, educativos, el medio ambiente, los hábitos personales, el hábitat, la alimentación, etc.
El primer condicionante que exige la sociedad general del individuo es la responsabilidad personal y la corresponsabilidad con el sistema. El ciudadano debe de ser educado para cuidar su salud, de manera que colabore desde que tenga uso de razón a mantenerse en el mejor estado saludable posible.
Para el Partido Ibérico (íber), la salud del ser humano debe comenzar a seguirse desde los tres primeros meses de la gestación. En ese proceso el Estado debe velar por la salud, alimentación, limpieza y hábitos de la madre y estado de la vivienda, y un seguimiento del desarrollo del feto meticuloso y científico. A partir de ahí, exigiremos una vigilancia exhaustiva de las condiciones de crianza y desarrollo en todos los aspectos.
Hasta los seis años, la inversión en desarrollo saludable de la infancia tendrá para el Partido Ibérico (íber) prioridad sobre cualquier otro servicio estatal.
Prevención: La prevención de la enfermedad será objetivo prioritario dentro del Sistema Sanitario. Teniendo en cuenta que la genética, la alimentación, los hábitos, el medio ambiente, …, son factores determinantes, la investigación de técnicas y su aplicación para corregir problemas genéticos, la búsqueda de una alimentación natural, la educación en hábitos saludables, la mejora del medio ambiente, etc. tendrán prioridad en las inversiones, después de las de la infancia.
Sistema Sanitario: El Sistema Sanitario Ibérico Público será universal y gratuito con carácter general.
El actual sistema español es insostenible porque está fragmentado, lo que supone mayores costes por un exceso de burocracia y la pérdida de buena parte de su eficacia. En la práctica, no hay un sólo sistema sanitario, sino diecisiete, la dispersión en organización, medios, experiencias, investigación, es total. Hay dos soluciones para evitarlo: volver a la centralización del sistema o conseguir una coordinación eficaz. A corto plazo, el Partido Ibérico (íber) optará por la segunda solución.
PROPUESTAS
- Creación de un Sistema Ibérico de Salud, que tendrá todas las competencias en planificación, gestión y evaluación de la sanidad nacional.
- El Estado podrá delegar la gestión de los centros a las Comunidades Autónomas. En todo caso, el principio de cohesión del Sistema primará sobre el de autonomía.
- Creación de un Consejo Ibérico de Investigación Médica.
- Crear una Comisión Ibérica para la atención a enfermedades raras (esta Comisión podría estar dentro del Consejo Ibérico de Investigación Médica). Dicha Comisión velará por la investigación sobre la curación (o tratamiento paliativo) de dichas enfermedades, buscando disminuir el coste que supone en la actualidad para los enfermos y sus familiares.
- Crear el Instituto Ibérico para el desarrollo de tecnologías relacionadas con la salud.
- Informar periódicamente a los ciudadanos sobre las derivaciones de enfermos de la pública a la privada, o al revés, y de su justificación.
- Implantar una única tarjeta sanitaria para españoles y portugueses.
- Fomentar la formación permanente de todos los sanitarios.
- Sin merma de intentar llevar la especialización al mayor grado de perfección posible, intentaremos que se dé a todos los sanitarios una formación más generalizada.
- Perseguir la ablación en las niñas, tanto en la Península Ibérica como en los países de origen de los padres.
- Racionalizar el gasto farmacéutico.
- Reconocer socialmente el altruismo a los donantes de órganos. Premiar las donaciones en determinados casos.
- Establecer un único calendario de vacunación, de cumplimiento obligatorio, a nivel ibérico (ya que los virus no entienden de Comunidades Autónomas).